Según la cosmovisión oriental el ser humano es producto de la interrelación entre el cielo y la tierra. Esto puede ser observado en el sentido de los nutrientes que tomamos del entorno para sobrevivir. A través de la respiración tomamos el Chi del cielo y a partir del alimento, el Chi de la Tierra.
La calidad de ambos Chi (Cielo y Tierra) van a determinar nuestro estado de salud en forma integral, tanto psíquico, emocional como físico.
Para el conocimiento chino la enfermedad es producto de la acumulación de toxinas que bloquean el fluir natural del chi. La correcta alimentación y respiración permiten el recicle continuo necesario para estar en armonía y salud con el entorno.
El Tao Vital se concibe en la interrelación entre la Sangre y el Chi. “El Chi gobierna la sangre, mientras que la Sangre nutre al Chi” Nei Ching. La mutua relación e interdependencia entre el Chi y la Sangre se ve reflejada en nuestra forma de alimentarnos.
En la actualidad podemos saber cual son los componentes quimicos y bioquímicos que favorecen al ser humano, vitaminas, minerales, etc. La pregunta es ¿los valores quimicos y bioquimicos es lo único que nos nutre?
Desde esta perspectiva los alimentos nos brindan dos tipos de energía, una Cielo y una Tierra. La tierra, se concibe como los valores bioquimicos (minerales, vitaminas, etc) que va a alimentar la sangre. Por otro lado, el cielo, va a brindar el Chi característico de cada alimento que va a nutrir nuestro Chi.
Esta concepción nos permite interrogarnos y reflexionar del tipo de alimentación que tenemos. El mercado nos ofrece ingerir un jugo sintetico en sobre con los valores de una fruta y porque son muy generosos nos agregan mas vitaminas (Gracias!!!)… la pregunta es ¿Por qué es mejor comer una fruta de “verdad”?
Al tomar el jugo ingerimos solo la energía que nutre a la sangre con los valores quimicos, al comer una fruta estamos ingiriendo además Chi.
Mucha gente cuenta que come de todo y variado pero sin embargo se siente sin fuerzas. Esta concepción nos abre la puerta a cuestionarnos y reflexionar sobre nuestro tipo de alimentación.
En relación a la obesidad, cuando uno quiere reducir su peso suele bajar los azucares, harinas y reducir la cantidad de alimentos. El sistema consumista nos propone ingerir alimentos Light, pero sigue siendo parte del circulo vicioso del sistema de consumo ya que no se esta encarando la situación desde la raíz.
¿Cómo el cuerpo va a metabolizar sino le brindamos Chi? Recordemos la frase “el chi gobierna la sangre y la sangre nutre al chi”, alimentarnos de ambos nutrientes permite mover el Chi y eso conlleva el fluir correcto del Chi, metabolizando las toxinas.
En el mercado tenemos tres tipos de alimentos: Integrales (con chi), Refinados (harinas, azucares, embutidos) e Inventados (Aromatizantes, sintéticos, saborizantes, conservantes, etc).
Una buena alimentación es aquella que se privilegia la alimentación integral. Algunos ejemplos de ello es comer una manzana con su piel y semillas, arroz integral, cereales (sin refinar), legumbres (no de lata!), carnes (en el almuerzo, reducidas en grasas y acompañadas de verduras).
Esto es solo un comienzo con algunas consideraciones básicas, pero creo que es el arranque para empezar a ser responsables de nosotros mismos considerando al prójimo y la tierra que habitamos.
Santiago A. Favaro
Naturopata
Medicina Tradicional China
Maestro de Pa Kua
15-5914-1917
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