jueves, 31 de enero de 2013

Alimentación Integral

Gran parte del día tomamos decisiones acerca de nuestra alimentación, que tiene como resultado en el mediano o largo plazo el fortalecimiento o agotamiento de nuestra salud desencadenando diferentes enfermedades de todos los tipos. Hoy las más vistas son las enfermedades de tipo crónico, que tienen por origen el exceso de alimentos industriales frente a la alimentación integral.

Se llama alimentación integral a los alimentos que se consumen sin un proceso de refinamiento y/o procesamiento industrial. Los ejemplos de mayor refinamiento en el mercado se encuentran en las harinas y sus derivados, los lácteos y sus derivados, el azúcar blanca y sus diferentes usos. Los aditivos químicos y conservantes son el principal obstáculo para fortalecer la salud. Los alimentos a privilegiar son aquellos que encontramos en la verdulería, intentando seleccionar los de estación, o en dietéticas con cereales y legumbres de grano entero.

Los nutrientes están distribuidos ampliamente en la naturaleza, no existe alimento que sea indispensable para un determinado nutriente. La alimentación variada (semillas, frutas, frutas secas, cereales, legumbres, carnes, raíces, verduras) contienen todos los nutrientes necesarios para fortalecer nuestro organismo. La propuesta es no consumir más de un 30% de alimentos diarios de origen industrial o refinados.

Uno de los aspectos en la actualidad que condicionan en mayor medida nuestras decisiones es el tiempo. Dado que esta variable responde al momento histórico que nos toca vivir, principalmente en las grandes ciudades, es importante reflexionar sobre nuestras decisiones cotidianas en la elección de los alimentos que ingerimos regularmente.

Santiago A. Favaro
Naturópata